CONCLUSIÓN DEL PROYECTO HUERTAS HURBANAS
Este proyecto no fue solo sembrar una planta por obligación. Fue un trabajo que nos enseñó lo que cuesta cuidar algo vivo y entender que la tierra no da frutos si uno no se esfuerza. A muchos al principio nos pareció algo simple, pero con el tiempo aprendimos que una huerta necesita atención, disciplina y paciencia. Tuvimos que regar, observar, corregir errores y seguir, incluso cuando las plantas no crecían como esperábamos.
Con este proceso entendimos que la naturaleza responde al compromiso, igual que en la vida: si uno no cuida lo que tiene, lo pierde.
También fue una forma de unir a la familia y valorar el trabajo campesino, porque detrás de cada comida hay esfuerzo, tiempo y respeto por la tierra.
En conclusión, la huerta familiar fue más que un proyecto escolar: fue una lección de vida. Nos enseñó a ser responsables, a valorar lo natural, a tener paciencia y a reconocer que lo que sembramos —literal y simbólicamente— es lo que cosechamos.
🌾 ¿PORQUE HICIMOS ESTE PROYECTO?
Hicimos este proyecto porque el mundo está cambiando y ya no podemos depender solo del mercado o de los supermercados para todo.
La huerta familiar es una forma de volver a lo básico: producir nuestros propios alimentos, cuidar el planeta y demostrar que sí se puede vivir con menos basura y más conciencia.
También se hizo para que los jóvenes entendamos que la tecnología no solo sirve para celulares o redes sociales, sino también para mejorar la vida real: medir la humedad, aprovechar el agua, reciclar envases, hacer compost y aprender cómo funciona un pequeño ecosistema en casa.
Además, este proyecto tiene un sentido social: mientras algunos desperdician comida, otros no tienen qué comer. Por eso la huerta enseña que la verdadera sostenibilidad empieza desde lo pequeño, desde el patio, el balcón o una simple matera.
Lo hicimos para aprender a cuidar, producir y valorar, no solo a mirar. Porque cuando uno mete las manos en la tierra, aprende a respetarla.
🎯 OBJETIVOS DEL PROYECTO
Objetivo general:
Promover una conciencia ambiental y social a través de la creación de huertas familiares sostenibles que fortalezcan la responsabilidad, el trabajo en equipo y la autonomía alimentaria.
Objetivos específicos: Comprender el valor real del alimento y del esfuerzo que requiere producirlo.
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Aprender a sembrar, cuidar y mantener cultivos usando recursos simples y reciclados.
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Fomentar el trabajo en familia como base del aprendizaje y la convivencia.
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Usar la tecnología de forma práctica para mejorar procesos naturales.
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Despertar una mentalidad ecológica y crítica frente al consumo y el desperdicio
5. Despertar una mentalidad ecológica y crítica frente al consumo y el desperdicio
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